El campo bonaerense postergó ayer una definición en torno a la fecha en la que podría convocar a un cese de comercialización, en rechazo a la presión impositiva que viene afectando al sector y a rubros aledaños. Así lo publica hoy el diario El Día de La Plata.

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) reunió en la Ciudad de Buenos Aires a la mesa ejecutiva y si bien sostuvo el “enojo” de los productores en las distintas regiones de la Provincia, mostró cautela en torno a la fecha de una nueva protesta, que podría definirse en la asamblea que llevará a cabo el fin de semana en Pergamino.

El pasado fin de semana, el presidente de la entidad Matías De Velazco, en diálogo con La Brújula 24, explicó el sentir del sector y no descartó la medida de fuerza.

“Vamos camino a un paro”, evaluó ayer en diálogo con el diario platense el propio De Velazco. Sin embargo, el dirigente evitó dar definiciones contundentes en torno a una posible fecha para llevar a cabo un cese de comercialización que la entidad ya definió en diciembre. “Estará supeditado a lo que se decida en la asamblea del sábado en Pergamino y a otro cónclave que podría realizarse la próxima semana en La Pampa”, explicó.

De Velazco explicó que durante el encuentro de las autoridades de Carbap se coincidió en que el “enojo” por la presión impositiva “trasciende al sector del campo y abarca a toda la sociedad y a otros rubros que van más allá del campo, como el comercio”.

Así se puso de manifiesto en el encuentro de la mesa ejecutiva, por lo que evaluó que “se está gestando un paro”, aunque advirtió que la decisión y sus precisiones surgirán en los próximos días, fundamentalmente en la asamblea convocada en Pergamino, donde también se impulsarían otro tipo de protestas.

Como viene publicando este diario, las medidas que viene analizando el campo bonaerense son en rechazo al aumento del Inmobiliario Rural, la suba de las retenciones a las exportaciones a nivel nacional y el incremento en las tasas municipales en los distritos de la Provincia.

Las medidas de protesta forman parte de una reacción al impacto de medidas de ajuste aplicadas por los distintos niveles de gobierno. El enojo del campo -con el gobierno y con la oposición- gira en torno a la reciente aprobación en la Legislatura de la ley Impositiva, que sube el impuesto Inmobiliario Rural entre el 15 y el 75 por ciento, y a los incrementos que en los distintos distritos de la Provincia se aplicaron sobre las tasas municipales y que, según advirtió De Velazco, llegan hasta el 70 por ciento.

Pero, además, el campo bonaerense buscará poner su propio sesgo a la situación entre sus representantes de la Mesa de Enlace y el gobierno nacional, que mantienen en suspenso el diálogo por las retenciones a las exportaciones de granos.

El 23 de diciembre pasado, las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural (SRA), Coninagro y la Federación Agraria (FAA) le pidieron al presidente, Alberto Fernández, que no aplique otro incremento del 3 por ciento a las retenciones a las exportaciones de granos que avaló el Congreso de la Nación, al tiempo que planteó avanzar en el diseño de un esquema que tienda paulatinamente a eliminarlas.

El Presidente aumentó las retenciones del 24,7 al 30 por ciento para la soja, en tanto que para el trigo y el maíz las llevó del 6,7 al 12 por ciento.

Ahora la preocupación del campo es que con la ley de Emergencia Fernández tiene la facultad de incrementar otro 3 por ciento esos porcentuales, en caso de resultarle necesario.

Sin embargo, desde la reunión que mantuvieron campo y gobierno hasta ahora no hubo señales que tranquilizaran a ese sector.