Por MARIA EUGENIA DIAZ. Lic. en Comunicación Social.

Hay quienes dicen que las casualidades en la vida no existen y creo que es el caso de Ceci. Su encuentro con los libros no fue al azar, soy una convencida de  que las cosas buenas de la vida nos encuentran cuando menos lo esperamos, pero siempre nos encuentran. Su primer contacto con los libros fue hace muchos años, en La Plata; trabajaba como niñera y así sin quererlo empezó esta historia de amor.

“Ahí comenzó todo; cuidaba  unos niños  que tenían una belleza de libros (…) me deslumbré; era ver los libros leerlos, tocarlos. Me los llevaba a mi casa, los fotocopiaba” recuerda con cariño.

“Los libros para mí son como un tesoro que están en un cofre y que tenés que abrirlos, porque te hacen volar la imaginación, te hacen crecer y es lo que nos puede salvar… es algo mágico. Los libros son lo mejor que le puede pasar a un niño (y a un grande) pero sobre todo a un niño” expresa, y agrega: “no hay libros que emocionan, sino que todos los libros emocionan, todos nos trasmiten diferente emociones, pero nos trasmiten algo, nos dejan algo”.

Como en todas las historias de amor, hay un momento bisagra  que lo cambia todo: “empecé el magisterio y me encontré con casi perro del hambre* fue el libro que más me marcó, es una historia tan tierna” y agrega “pero son todos los libros… a los libros hay que olerlos, tocarlos, ver la magia que producen sus letras, sus colores; son únicos, eso no los vas a encontrar ni en el teléfono, ni en la compu ni en ningún otro lado”.

Desde ese momento su casa y su vida se llenaron de libros, fueron su compañía y su pasión “me pasaba que todos me empezaron a regalar libros, de todo tipo -es hasta el día de hoy- como saben que me gustan tanto”. De a poquito comenzó su biblioteca, la misma que hoy en día tan desinteresadamente comparte.

Muchos fueron los oficios que la prepararon, por ejemplo fue animadora de fiestas infantiles “trabajando en un salón de fiestas como moza, me ofrecieron ser animadora -otra vez las casualidades-  me veían condiciones, por la conexión con los niños y yo no me daba cuenta de eso” y sigue “lo que aprendí de esa experiencia, no lo puedo explicar… me quite la vergüenza y me anime a mostrarme”.

Ya recibida de maestra y de vuelta en 30 de Agosto se dedicó de lleno a su trabajo en el Jardín. Es allí donde nació Petunia, la vaca viajera a la que le apasiona que le lean cuentos. “Petunia es un peluche que tenía en casa y me dije yo tengo que hacer algo con ella y bueno… ¡la llevo al jardín! A Petunia, por supuesto,  le apasionan los libros y que le lean, así que la idea es que el nene en la casa le comparta un cuento y creo que ese es el antecedente de Colorín”.

“Así también me pasó con los cuentos… llegó un momento en que me di cuenta de que tenía tantos y que algo más tenía que hacer con ellos” es que cuando uno encuentra algo bueno en la vida quiere compartirlo; sería un pecado guardarlo para uno mismo.

Así, venciendo miedos e inseguridades se animó a llevar su amor por los libros un poco más lejos; y forma Colorín Colorado; encuentros mágicos con música, banderines de colores y cofres llenos, ¡repletos! de sus libros esperando a que los niños y a sus familias en los parques y plazas de nuestro pueblo se apropien de ellos.

“Lo que me animó a salir al aire libre con mis cuentos, creo, que es la pasión… la pasión que tengo por los libros y que tanto me encanta todo esto. Yo creo que todo me fue preparando para Colorín, a perder la vergüenza y animarme, pero no lo hice sola recibí -y recibe- mucha ayuda, muchísima de mi familia y amigos” aclara y se le nota la emoción en la voz. “Es importante que los adultos contagiemos a los niños, que lo provoquemos con un ambiente cálido atrapa más, por eso nos esmeramos con las lonetas, los banderines, los almohadones” continúa.

Es imposible no ver la  conexión que tiene con los niños y las ganas, Ceci lo transmite a todo lo que hace. Mamá de Bautista y transitando las últimas semanas de embarazo de Juan Pedro conmueve escucharla: “Contarles un cuento, una historia antes de dormir y ver como sus ojitos se van cerrando y se quedan dormidos es hermoso… es lo más hermoso que nos puede pasar; ese contacto del niño con el libro y el adulto es fabuloso”. Aunque aclara “sé que no es fácil, a veces no hay tiempo pero si generamos el hábito de que el niño agarre un libro lo abra, lo mire y los más grandes lo lean es lo más hermoso que le podemos regalar a un niño”.

Trabajadora y creadora imparable, a los encuentros Colorín le suma la presencia en las redes sociales como Instagram en su perfil de Colorín Colorado con transmisiones en vivo llenas de lecturas, poesías, canciones y hasta sorteos.

Generosa y comprometida también hay disponible un cajón viajero lleno de libros  que te visitan en tu casa “eso también fue algo diferente, porque cuántos niños hay que no tienen un libro en la casa, no son nada baratos y que el niño reciba ese cajón lleno de libros es bárbaro, a las familias les encanta y a uno le llena el alma ver las caritas de los nenes y vos ya te llenas de amor” dice.

¿Pero qué futuro tiene el libro en un mundo tan mediatizado por la imagen y la tecnología? Ceci se llena de esperanza “el libro no va a pasar de moda… el libro es volver y volver y en cada puerta vas a encontrar algo diferente… es mágico, único e irreemplazable” culmina.

Ya lo ven, una romántica incurable, contagiando amor.

*Aventuras y desventuras de casi perro del hambre de Graciela Montes. Ediciones Colihue.