Amado Boudou, el ex vicepresidente de Cristina Kirchner, volverá a prisión. No ocultó su sorpresa ante la decisión del  Tribunal Oral Federal 4 que ordenó su detención inmediata. Fue condenado este martes a 5 años y 10 meses de prisión al encontrarlo culpable de los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública en la causa por la venta de la calcográfica ex Ciccone. Volverá al Penal de Ezeiza.

Temprano, por la mañana, Boudou llegó a los Tribunales de Retiro. Fue en ese edificio donde pasó sus últimas horas en libertad. Primero se escucharon en la Sala AMIA las palabras finales de los acusados. Siempre acompañado en la sala de audiencias por su amigo Manu Quieto, Martín García (ex director de Télam) y el abogado Marcelo Parrilli, espero durante dos horas el momento de la sentencia.

Con un poco de retraso, en la sala más grande del edificio y ante la mirada atenta de la prensa y de las partes acusadoras, a las 14:30 se escuchó la sentencia a cargo del presidente del TOF, el juez Pablo Bertuzzi a quien -sin éxito- Boudou intentó remover.

La lectura de la sentencia no demandó más de diez minutos, y comenzó la cuenta regresiva para Boudou: El juicio que inició el 3 de octubre de 2017 llegó a su fin con un resultado desfavorable para él.

Sin retirar su mirada del Tribunal, con las manos entrelazadas sobre el escritorio, buscando imprimir tranquilidad al momento, Amado Boudou escuchó la condena por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles en su contra, que también incluyó una multa de $ 90 mil y la inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos. A su lado se encontraba el abogado Alejandro Rúa, quien después de escuchar la sentencia sólo le pronunció unas palabras al oído.

El ex vice sólo se sirvió un vaso de agua después de escuchar que se lo condenó a cinco años y diez meses de prisión. Inmóvil, continuó escuchando la condena contra su amigo, José María Núñez Carmona, a quien le dieron una prisión de 5 años y 6 meses de prisión, al encontrarlo partícipe necesarios de los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles.

En el caso de Nicolás Ciccone, ex dueño de la compañía, escuchó su condena en uno de los escritorios finales del espacio donde se desarrolló gran parte del juicio: a él le correspondió 4 años y 6 meses y prisión domiciliaria y la misma acusación que recayó contra el socio de Boudou.

Para Alejandro Vandenbroele, imputado colaborador en causa conexas a la investigación por la compra venta de Ciccone, ​la pena fue de dos años de prisión en suspenso y cuarenta horas de tareas comunitarias. Por su lado, Guido Forcieri ex jefe de Gabinete en el ministerio de Economía, recibió dos años y medios en suspenso y también tareas comunitarias. Para Rafael Resnik Brenner, ex funcionario de la AFIP, la sentencia fue de tres años en suspenso. Todos fueron condenados como partícipes necesarios de la maniobra que devino en la adquisición de la ex calcográfica.

El momento de mayor tensión se percibió en la sala cuando el juez Bertuzzi leyó en el fallo de diez páginas, la detención inmediata de Boudou, Núñez Carmona y Ciccone. La decisión contó con el voto en disidencia de Gabriela López Íñiguez. Así, el TOF 4 hizo lugar al pedido de la Unidad de Información Financiera (UIF) que como querellante, había solicitado la pena máxima y la prisión en el momento.

Boudou y su socio, ya estuvieron en el Penal de Ezeiza durante 70 días por orden del juez Ariel Lijo, que los acusó de enriquecimiento ilícito. Fue la Cámara Federal porteña la que posteriormente ordenó excarcelarlos. Ahora, después de siete meses volverán a prisión.

Después de la lectura que se realizó ante el absoluto silencio de quienes estaban presentes, el juez Bertuzzi pidió a las autoridades presentes, Mariano Federici (Unidad de Información Financiera), Laura Alonso (Oficina Anticorrupción), como al fiscal ante el Tribunal Marcelo Colombo, que se retiren “en absoluto orden y respeto de la sala”, para proceder a la inmediata detención de Boudou y a Núñez Carmona, a quienes trasladaron al penal de Ezeiza.

“Se verifican razones de suficiente peso y de distinto orden que torna viable”, el pedido de la UIF, entendieron los jueces Bertuzzi y Costabel para detener después de la sentencia al ex vice.

Los dos magistrados indicaron que durante el juicio por la compra de la ex Ciccone “se corroboró la responsabilidad penal” de Boudou, Núñez Carmona y Ciccone, los tres que quedaron detenidos. El objetivo de la restricción de la libertad es “asegurar la actuación de la justicia  y la efectiva aplicación de la pena” impuestas.

Además, consideraron que existen “riesgos procesales objetivos de elusión o fuga que se ven incrementados” ante la condena otorgada.

Será exactamente un año después del comienzo de dicha instancia, cuando se conozcan los fundamentos de la sentencia que salió por voto mayoritario de los jueces Bertuzzi, Costabel y la disidencia de López Íñiguez respecto a la detención inmediata, el monto penal y la calificación.

En el expediente que instruyó el juez federal Ariel Lijo, se sostuvo que la ex Ciccone pasó a manos de Núñez Carmona a través de  Vandenbroele, propietario de The Old Fund (dueña del 70% de las acciones de la ex calcográfica). Se trata de la única empresa con capacidad para imprimir billetes, y para la Justicia “quedó en manos del entorno del ex vicepresidente”.

El objetivo de la operación era “contratar con el Estado la impresión de billetes y documentación oficial”. No sólo imprimió las boletas electorales en 2011, sino que en abril del 2012, el Gobierno de Cristina contrató a Ciccone para imprimir 160 millones de billetes de cien pesos, por un costo de $ 140 millones.

Clarín