Se cumplen hoy 170 años del fallecimiento del máximo prócer de la Patria y Libertador de América, General José de San Martín.
Nacido el 25 de febrero de 1778, en Yapeyú -actualmente Corrientes-, como José Francisco de San Martín y Matorras. Fue un destacado militar y político y sus campañas revolucionarias fueron decisivas para la independencia de Argentina, de Chile y del Perú. Dichas campañas fueron respaldadas en el Río de la Plata y por mar, por la escuadra al mando del Almirante Guillermo Brown.
El Libertador falleció a los 72 años, el 17 de agosto de 1850, en su casa de Boulogne-sur Mer en Francia. Sus restos fueron repatriados en 1880, a bordo del vapor ARA “Villarino”, y actualmente descansan en el mausoleo de la Capilla Nuestra Señora de la Paz, en la Catedral Metropolitana.
San Martín antepuso siempre el bien común al interés propio. Por su obra, ejemplo y legado, vivirá en la inmortalidad y en el corazón de cada habitante de esta tierra.
“Los hombres de acción o de pensamiento que, como San Martín, realizan grandes cosas, son almas apasionadas que elevan sus pasiones a la potencia del genio y las convierten en fuerzas para obrar sobre los acontecimientos, dirigirlos o servirlos. Obran sobre su tiempo como una acción eficiente o se lanzan en las corrientes permanentes y, de este modo, su influencia se prolonga en los venideros como hecho durable o como pensamiento trascendental”, dijo una vez el General Bartolomé Mitre.
En la Armada Argentina, varias embarcaciones de guerra llevaron el nombre del padre de la Patria, entre ellas el ARA “General San Martín”, primer rompehielos con el que contó el país, o el crucero acorazado de fines del siglo XIX, ARA “San Martín”.